Como pieza fundamental y elixir del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, las bebidas ancestrales mueven los espíritus en el festejo que privilegia la vida y la ancestralidad del litoral.
Ana Copete, directora del Festival Petronio Álvarez consideró que “el viche es la bebida tradicional de los pueblos afros del Pacífico, no solo representa un licor para entretenerse, sino que es parte de su propia cosmovisión, pues está presente en la vida y en la muerte, en las despedidas -por supuesto- y en los nacimientos, además de las conciliaciones, porque es muy distinto discutir con él sobre la mesa que sin él”.
Y continuó: “Es un aguardiente que está destilado de manera artesanal, empezando por el cultivo de la caña que se hace en el pancoger, es decir en pequeños espacios donde está la mata de plátano, la palma de chontaduro, que hacen que esta bebida tenga unas propiedades muy distintas a cualquier otra, con características organolépticas en donde cada persona que disfruta un trago, puede identificar un sabor distinto, que le sabe a territorio”.
Por su parte la expositora de bebidas ancestrales, Luz Marina Sinisterra, señaló que esta alma festiva que sabe a huerto, bosque y selva, exaltada como bebida oficial del Petronio es simplemente orgullo de las gentes del litoral.
“Estos elixires nos identifica y nos hace sentir toda esa tradición y la ancestralidad que tenemos”, anotó
Y es que este ancestral destilado es fruto para el gusto y la medicina, es placer y salud como lo cuenta Sixta Rentería, expositora de bebidas ancestrales, quien de paso subrayó: “no solo sirve para emborracharse ni solo como afrodisiaco, sino que cuenta con una gran carga medicinal, tal es el caso de la tomaseca que sirve para limpiar la matriz de aquellas señoras que dan a luz, asistidas por las parteras o el curao que ayuda a mejorar la próstata en los hombres”.
Enfatizó que estas bebidas se hacen a base de bejucos, aliños, plantas de la selva, entre otros.
Se estableció desde la bohemia que atraviesa este certamen tradicional, que los asistentes al Petronio Álvarez vivirán una experiencia mágica a su paso por el pabellón de bebidas autóctonas, sustrayéndose de la cotidianidad y sumergiéndose en el delicioso mundo de los elixires artesanales que amenizan la fiesta en la Casa Grande del festival de festivales.
