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En un encuentro de la verdad, Maura Caldas pidió amor por las tradiciones del Pacífico.

Jairo Plaza agosto 16, 2019 0 comments

A punta de ají seco, ajo, cebolla larga, «hierbas de azotea» y el rey de la gastronomía Pacífico; el plátano se dio inicio al primer día de ‘Cocina en vivo’ con la portadora de tradición y gestora cultural guapireña, Maura Caldas y la comisionada Ángela Salazar en el vigésimo tercer Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.

Con frases como: «música y baile sin comida no hay» y «Barriga llena corazón contento» la maestra Maura Caldas dijo: presente, una vez más en el encuentro de arte culinario que sirvió como puente de reflexión sobre las consecuencias que ha dejado el conflicto armado del país y como este ha afectado la cocina tradicional del suroccidente colombiano:

«Debemos de reflexionar sobre el amor por los alimentos, la identidad y la forma de vivir que hemos perdido al tener que trasladarnos de nuestros lugares de origen por la violencia, porque perdemos esa sabrosura que nos identifica. Pensemos en nuestros hijos y tramitamos estos saberes a las nuevas generaciones para encaminarnos a esa paz, que queremos tener en nuestra amada Colombia».

El Festival desde sus inicios ha podido contar con la injerencia de «la mayora» Maura Caldas, quien desde la concepción de este evento; el más importante de la cultura afro en Latinoamericana ha recordado que al Petronio Álvarez no le puede faltar la comida, porque el que come está feliz y siempre espera el próximo plato para deleitar el paladar.

Rodeados de una multitud de seguidores y asistentes y al son del guasá, el bombo, los cununos, la marimba que con las letras musicales:

 

«Yo soy la negra costeña

que he venido de la mar.

A ver si me dan permiso

para cantar y cocinar….»

 

La maestra y la comisionada Angela Salazar continuaban la preparación del «Revolcado» con carne serrana o lo que llaman: carne jamón, a la vez que contaban anécdotas y explicaban la oralidad de sus pueblos, en los que todos son «primos» porque esa es la resistencia de su raza.

Contó Ángela Salazar «En nuestras cocinas la salsa son las hierbas y el plátano es el rey porque en todo va. Está en el frijol, en el pusandao, en el tisoa, en el revolcado, en el sudado y en el seco. Saber esto es conocer sobre la historia de los pueblos. Saber la verdad, no lleva a buscar el razonamiento para que nuestros hijos, sobrinos y nietos no repitan la historia que nos deparó la violencia».

Salazar Murillo explicó sobre cómo los pueblos campesinos afro, por generaciones se las han ingeniado para no perder sus orígenes desde la cocina, porque esas «hierbas de azotea» que tomaban ellos para sazonar sus alimentos, también sirven para curar el asma o la gripe como para sanar el alma:

«Llegamos a ciudades como Cali que nos acogió y en encuentros como estos exaltan nuestras tradiciones. La cocina es la identidad de nuestras comunidades, porque somos negros y queremos conservar estos saberes para que en el Festival Petronio Álvarez se respire y se vea la fuerza culinaria que tenemos».

Entre los asistentes de esta cita especial con la cocina del Pacífico, se encontraba la caucana Ruby García que llegó al Festival por primera vez, para vivenciar la fiesta de la que todos hablan y que ella aplaude que sea realizada por la administración del alcalde Maurice Armitage, porque aquí se integran las culturas, a su vez que se disfruta de un arrechón.

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