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“Ni trapo, ni trapito. Es mi turbante”: Elcy Valencia

petronio agosto 12, 2022 0 comments

Orgullosa de su herencia, una mujer aguerrida y fiel enamorada de su cultura e historia, Elcy Valencia nació en Cimitarra, Santander, pero desde temprana edad se fue a vivir al hogar de su padre en Istmina, Chocó. Allí aprendió a caminar, pero sobre todo a cantar y crear artesanías, las mismas que hoy, en su primera vez como empresaria en el Festival Petronio Álvarez, exhibe y vende como el orgullo de sus ancestros.

Fue imposible no notarla en medio de la muchedumbre del lugar, su alegría y desparpajo al vender sus productos eran de otro mundo, estaba emocionada y no dejaba de repetir la fortuna que sentía por estar allí, en la casa grande del Pacífico colombiano.

“Es mi primera vez como empresaria, ya había tenido la oportunidad de venir como asistente y cantadora, pero nada se compara con mostrar mi talento. Una anécdota es que una señora llegó hasta mi stand y me preguntó qué valor tenía el trapito, respiré y orgullosa de mi herencia le expliqué, no es un trapo ni un trapito, es mi turbante”, resaltó Valencia.

Este elemento es considerado como un símbolo de belleza, nobleza y sabiduría. También es motivo de orgullo, resistencia y diversidad del que se remonta su historia a tribus del África y antiguas civilizaciones dela India y Medio Oriente. Siglos han pasado y este poderoso distintivo es lucido por doquier en el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.

“Cuando me pongo un turbante me siento poderosa, capaz y estoy honrando a mis abuelas y a mis ancestros. Sus colores y formas hablan de nuestro origen, de dónde venimos. Somos una juntanza de mujeres soñadoras que comenzaron con el halago de una falda y ahora se dedican a la producción para su venta, aquí estamos, recorriendo todo el país llevando a cuestas el legado de mi abuela y orgullosas de su enseñanza”, expresó Valencia mientras cantaba a todo pulmón ante el público presente.

Elcy se debe a las tradiciones de su cultura. Istmina no solo fue su hogar, fue su escuela, en ese municipio del Chocó y practicando bajo el agua la respiración aprendió a darle vida y color a su voz, soñó con la grandeza y lo logró. Para ella no hay felicidad más grande que trabajar en su emprendimiento y esa misma energía y sabiduría se la contagia a su hija.

En su vigésima sexta versión, el Festival de festivales, organizado por la administración del Puro Corazón, es considerado como el espacio en donde converge el aroma y sabor del Pacífico, el fuerte y energizante sabor de sus bebidas, así como los colores y bellezas de sus artesanías y creaciones. Petronio Álvarez es sinónimo de cultura y tradición.