Su mamá lo bautizó como Edwin Quiñónez, pero la vida, la música y todo el folclor que corre por sus venas lo bautizaron como el maestro Kizú, hijo de Tumaco con sabor marimbero.
Precisamente este músico y artesano constructor fue el encargado de dictar el taller ‘El bombo golpeador’, una jornada de construcción de instrumentos, oralidad y tradición que se dicta hasta el domingo 18 en el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez que organiza la administración del alcalde Maurice Armitage.
Los asistentes pudieron apreciar en vivo y de manera interactiva los pasos para la construcción del bombo, instrumento de percusión propio de la cultura pacífica, además de una amena charla sobre folclor y tradición cultural y al final un toque en vivo con este mágico instrumento como protagonista.
Por primera vez en esta versión XXIII del Festival se instaló un stand de música en vivo, lugar donde se están realizando los talleres, convirtiéndose en un espacio innovador donde los asistentes pueden participar activamente mientras disfrutan de toda la tradición y folclor del Pacífico. El stand está ubicado en la carpa número 1 del pabellón de cocinas, bebidas y mecato de la ciudadela Petronio Álvarez.
“Con estos talleres buscamos reconocer la tradición cultural e histórica en torno a la magia que tiene la construcción de instrumentos musicales y que los asistentes puedan apreciar y vivan la experiencia de primera mano de un maestro constructor tradicional. Esto es un proceso largo, pero mostramos las etapas más importantes y al final hacemos la demostración de cómo suena cada instrumento donde los asistentes pueden subir al escenario y participar”, dijo Juan David Jiménez, coordinador del stand de música en vivo.
Desde el pasado jueves, cuando iniciaron la talleres, se enseñó la construcción de un violín caucano; el viernes el turno fue para el cununo; el sábado para el bombo y el domingo el turno será para la marimba, donde se mostrarán los pasos para ensamblarla, aprenderán como se ponen las tablillas de chonta y la organización de las afinaciones de los tonos.
“Invitamos a todos los ciudadanos a que disfruten no solo de los pasos de la construcción de una marimba, sino que también el maestro Kizú guiará una meditación y un ritual de sanación con este instrumento, todos pueden traer sus colchonetas y pasar un rato en familia lleno de tradición, folclor y mucho Petronio a partir de la 1:00 de la tarde”, acotó Jiménez.
Kizú tiene la magia propia de quien ama y conoce a profundad su cultura. Sus manos han sido artífices de cientos de instrumentos que le dan vida a la cultura musical del Pacífico y sus historias, aprendidas de las voces de sus abuelos, retumban en los asistentes que salen maravillados del encuentro.
“Yo aprendí a construir instrumentos por un accidente de la vida. Estaba en Argentina y me robaron la marimba, que era mi medio de sustento, así que me tocó ponerme a construir una nueva. Al principio me quedaba desafinada, pero fui aprendiendo y perfeccionando el oído hasta que logré recordando lo que había aprendido de mi abuela que era cantora y de mi mamá que tocaba el bombo”, contó Kizú.
Durante el taller este maestro tradicional explicó que el bombo se debe construir con cuero de venado, porque si se hace con cuero de chivo u otro pierde su sonoridad. Además la madera debe ser balso macho y todos los materiales se deben cortar en cuarto menguante, para que la tierra tenga la humedad indicada y la magia lunar le dé la magia que hace únicos a los instrumentos musicales del Pacífico.
Erika Arce
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