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“El sonido del violín caucano y la tambora me hacen estremecer”: Aura María González Lucumí

Jairo Plaza agosto 17, 2019 0 comments

Con la interpretación de la tonada del liberal, los parabienes, el canto de bunde y los torbellinos; esos que le gusta bailar con un buen parejo, la maestra caucana Aura María González Lucumí -homenajeada por la administración del alcalde de Cali, Maurice Armitage- dio cátedra a los asistentes al Encuentro Académico, en el marco del Festival de Música del Pacífico ‘Petronio Álvarez’, que hace parte de la Temporada de Festivales de Cali 2019.

«Nos han liberado ¿quién será?

nos han liberado ¿quién será?

y el cielo de gracia, nos dará

tendé el pañuelo, tenderá

tendé tu pañuelo»

Por sonoridades como esta y su legado musical en el norte del Cauca, la guardiana, matrona, sabedora y cantora Aura María González Lucumí, será reconocida por el alcalde de Cali, Maurice Armitage y la secretaria de Cultura, Luz Adriana Betancourt este sábado 17 de agosto en desarrollo del concurso musical del evento más importante para la cultura afro en Latinoamericana: el Petronio Álvarez.

«Para mí es un orgullo y me siento muy feliz de recibir este homenaje, aunque yo no me lo esperaba. Doy muchas gracias a Dios y a la Alcaldía de Cali, que siquiera me han hecho esto para representar el Departamento del Cauca» dijo doña Aura María.

«Yo no sé como explicarles lo que uno siente cuando suena el violín caucano y la tambora, eso me hace estremecer el cuerpo y empiezo a cantar y bailar en celebración de la vida, en celebración de la herencia que me dejaron mis padres y abuelos» explicó la maestra al ser sobre el sentir de la música del litoral Pacífico.

En procura de su legado, la sabedora oriunda de La Toma, corregimiento de Suárez (Cauca) e integrante de la agrupación de violines caucanos, ‘Aurora del Amanecer’, desea construir la casa de la cultura en su tierra natal para preservar las tradiciones del litoral Pacífico.

«Mi deseo ahora es seguir dejando un legado y que yo pueda tener dónde enseñarlo. Un sitio donde yo pueda cantar y dar a conocer mi baile para que queden semilleros de niñas, porque ya las cantoras se están acabando; en cambio músicos que tocan el violín y el bombo, sí se ven más».

Aura María es la mayor del matrimonio entre la cantora Damiana Lucumí y el músico violinista, Leonidas González. Creció bajo los sonidos y cantos de las jugas, bundes, arrullos y bambucos, a los que asistía de niña y de la mano de su señora madre para escuchar el recital de los mayores.

En el conversatorio, doña Aura también tuvo oportunidad para contar sobre sus conocimientos de cocina tradicional, esa que aliña con cimarrón y azafrán de loma, y que tiene como insumo principal el maíz, porque ella no perdona un envuelto de maíz simple.

«A mi de niña me decía mi mamá: me tiene mazamorra cuando llegue y yo como era tan pequeña, tenía que subirme en una piedra para alcanzar la el mesón y así preparar y tenerle la mazamorra a mi mamá cuando llegaba. No teníamos excusas para no cumplir lo que pedía mamá».

Agregó González Lucumí: «Aprendía uno desde pequeño a hacer platos de tradición en el norte caucano, como la sopa de maíz, envueltos de maíz simple, el birimbí, la mazamorra, dulce de piña, de melón y de papaya, además del manjar blanco. Porque cada cosa tiene su luna y por ejemplo para hacer el envuelto de maíz; se coge el maíz y se deja ocho días, para quebrarlo y hacer la cocción y se consigue la hoja de caña brava para envolverlos».

En tierras caucanas las cantoras son guardianas de la tradición, no son sólo en el ámbito musical, sino también en la cocina, confirmando que de ellas hay una multiplicidad de sabiduría: medicinal y casi espiritual.

Contó doña Aura María: «Para sanar a los niños de lombrices, se cocinaba el paico y una hoja que le llamamos trébol, o si tenemos algún dolor se aplica la baba de la sábila en esa parte y eso es santo remedio. Así como en el pasado, nuestros ancestros colgaban la sábila hembra detrás de la puerta como protección.

La tierra natal de la homenajeada del vigésimo tercer Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, también es conocida por tener como patrona a Santa Rosa de Lima, a la que cantan y dedican su agradecimiento por las bendiciones que les da la vida. 

Por sus imponentes montañas en el norte del Cauca, la minería es el sustento de muchos, por no decir de todos, ya que siendo este territorio minero en el que en el pasado a diario se cogía libra de oro, al día se ha heredado el quehacer a las generaciones del presente, que siguen esta ardua labor de modo rudimentario o con métodos más modernos.

La espera ha llegado a su fin. La familia de doña Aura cuenta ya las horas y se preparan para el gran día, ese mismo que será anécdota o mejor hazaña en la familia, porque en la historia del Petronio Álvarez los ‘Gonzalez Lucumí’ han dejado un hito imborrable para continuar estas tradiciones del Pacífico Caucano, lo que hoy pone a Cali como epicentro de la cultura afro en el mundo.

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