Cuando la raza negra llegó de África, el violín caucano llegó a Colombia, un instrumento artesanal hecho de guadua y machete, construido a partir del conocimiento de los violines europeos, con los que se tocaba música clásica y ritmos diferentes a los del Pacífico.
El violín caucano es una de las modalidades que participan en el Festival Petronio Álvarez, en la que cuatro agrupaciones: ‘Cantoras de Manato’, ‘Maviche’, ‘Puma Blanca’ y ‘Son de Arara, concursan para ser reconocidos ante la comunidad y mostrar una tradición, el talento y el sabor del litoral Pacífico a todos los asistentes.
Una de las agrupaciones participantes es ‘Mavichi’, interpretan música de jugas, torbellinos, bundes y el folclor del norte del Cauca. ‘Mavichi’ le hace homenaje a las tres categorías tradicionales del Petronio Álvarez, la marimba, el violín caucano y la chirimía.
“El Petronio es la máxima expresión en un solo lugar de la cultura del Pacífico colombiano. Es la oportunidad que tenemos muchos de los músicos de las agrupaciones de diferentes partes de Colombia, de poder mostrar lo que se hace en las veredas, porque allá es de donde viene la esencia de esta música. Gracias a la Alcaldía de Cali por permitir este espacio, porque alimenta y realmente hace que la tradición no se olvide y vaya creciendo aún más”, manifestó Mauricio Molina, director de la agrupación ‘Maviche’.
De la selva, el mar y la tierra que alimenta al Pacífico colombiano es el talento y la tradición ancestral, que se reúne en el Petronio Álvarez para cantar y bailar como una sola raza, un solo pueblo y una sola voz.
Los asistentes con pañuelos en lo alto bailaron y disfrutaron de un ritmo y un instrumento que, con sencillez y delicadeza, permite llevar un conocimiento y una tradición que cada vez se escucha con más fuerza y perfección.
Ana María Fierro Suárez
