Nació zambo iluminado. Cumpliendo la profecía de su padre, dice que se entrevistó con un duende a orillas del río Raposo y desde los 8 años de edad se inspiró y comenzó a golpear 8 y 10 latas de una madera fuerte, dura, oscura y jaspeada, extraída de una palma de frutos comestibles llamada “Chonta”.
Con la música, Baudilio ha salvado vidas en Buenaventura. Los sonidos de su marimba se convirtieron en notas que dan esperanza a cientos de jóvenes del tradicional sector `Las Piedras Cantan´, barrio sumido en la violencia y tomado por los grupos ilegales y del microtráfico como semillero de la delincuencia.
“En este barrio me mataron dos hijos, y con dolor en el alma les dije a las autoridades y a los bandidos que así acabaran con mi vida, yo no me iba a ir de aquí y no dejaría de enseñar mi música a estos pelaos que estaban en riesgo”.
El ser hijo del indígena Eloy Cuama y de la negra Bernardina Valencia, le dieron la astucia y la sensibilidad auditiva para identificar los materiales que le daban vida a los aires musicales del pacífico, así como el don para tocar la marimba. Con el paso del tiempo se convirtió en violero o lutier, hasta convertirse en el maestro marimbero encargado de transferir su sabiduría a un grupo de jóvenes en la Escuela Taller de Buenaventura, una de las ocho de este tipo que el Ministerio de Cultura tiene en todo el país, encargadas de recuperar los oficios tradicionales de cada una de las regiones colombianas.
Por su trayectoria, legado y saber ancestral, la Alcaldía de Santiago de Cali, a través de la Secretaría de Cultura, decidió unánimemente, en el comité conceptual del Festival Petronio Álvarez, que el maestro Baudilio sea el gran homenajeado en la versión número 22 del evento y sea la imagen oficial del afiche.
Ríos de historias, mar de saberes
`Pásale al neíto un chininín de jugo`
Mayor Información:
8854757 – 8859094